viernes, 30 de mayo de 2008

Piramides















Las Pirámides de Meroë. Meroë, a unos 200 km al norte de Khartoum, fue capital de Nubia entre 300 AC y 300 DC. Estas pirámides son mucho más pequeñas que las grandes pirámides egipcias, y la mayoría están en bastante mal estado, aunque algunas se han restaurado/reconstruido en los últimos años.














Rodrigo disfrutando de la sombrita (sí, parece que está haciendo otra cosa, pero no, aquello no era el baño de la pirámide...).





























Adivinad quién es el Canadiense...














El (corto) camino de vuelta desde lo alto de la duna lo hicimos (por un módico precio) en camello. Aquí una fotico con el chaval que guiaba al camello en el que fui yo.

Esto no es lo que me esperaba

Ahmed es egipcio (¿que os dije de lo nombres egipcios?). Ahmed lleva aquí un año y tiene LOS contactos.
Son las 3 y media de la mañana y volvemos al hotel. La fiesta ha estado muy divertida.
La fiesta, sí. En una casa. El anfitrión muy majo. Canadienses, colombianos, estadounidenses, alguna chilena (de santiago, sí, qué curiosa es la vida), egipcios y... españoles, claro. Ahmed nos abrió el camino a la fiesta. Jorge y Rodrigo se vinieron, y también su compi canadiense, Donald. Jorge y Rodrigo llevan aquí unos 4 días y se van dentro de 6, son 'del curro', aunque han venido para otro proyecto, sólo para dos semanas. Los dos últimos días hemos cenado juntos, unos tipos majos (bueno, a Rodrigo ya lo conocía bastante de antes) . Al menos han estado en una fiesta antes de irse. Me da que a mi me quedan unas cuantas.
El próximo jueves la fiesta será en casa de Ahmed, y supongo que me encontraré más o menos a las mismas caras (más alguna nueva, seguro). Vamos estableciendo la 'red de contactos'. Ya tengo un teléfono, el jueves que viene tendré algunos más. Así funciona. Conocer a la gente adecuada. Fiesta en casa de uno, fiesta en casa de otra. Y alguna día tocará hacerla en la propia (a ver si me dan un apartamento que mole...).
¿Qué os creías, que este blog sólo iba a tener entradas 'profundas'? Me lo acabo de pasar de puta madre. Es gracioso. Las cosas no son (casi) nunca como uno se las espera. Creo que me voy a echar unas cuantas risas aquí.
En unas horitas, salimos rumbo al norte, a ver las pirámides (las de Sudán), a unos 200 km al norte de Khartoum . Prometo fotos (a ver si no se me olvida la cámara).
Vaya primer fin de semana. Co-le-ga.

Como decían los Beastie Boys:
'You gotta fight
For your right
To party'

Cheers, mates!

PD: Aunque se lo esté pasando de miedo, Ariza no se olvida del motivo de la espera. Se puede distraer, divertirse, disfrutar del presente, pero no olvida la búsqueda y su objetivo. Una búsqueda, una espera paciente, a largo plazo. Pero está marcada a fuego en su ser. Lo acompaña vaya donde vaya, haga lo que haga. Y nada va cambiar eso.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Adquiriendo nuevos hábitos

Cuatro días aquí y ya me voy haciendo a la rutinilla, voy encontrando mi espacio. Resulta curioso como en tan poco tiempo se te quita la tontería del apego a tu pequeño entorno, que te tanto te ha costado dejar pocos días atrás. Supongo que las luces de neón de la novedad (y entiéndase la metáfora en luces de neón, que por aquí hay más bien pocas, al menos en lo que he visto hasta ahora; no, no es precisamente Las Vegas esto, aunque desierto debe de haber para vender a peseta el metro cuadrado y hacerse millonario) influyen, y que cuando el brillo de éstas vaya haciéndose más tenue irá ganando terreno la morriña. Pero, como ahora no estoy en ese punto, para qué anticipar.

La gente está siendo muy agradable, la del trabajo principalmente, porque aparte de ellos y de los conductores (al personal del hotel no lo cuento, porque ser amable es su trabajo, aquí o en Vancouver) tampoco ha habido mucho intercambio con gente local. Mi compi Mohamed (hacemos equipo en la gestión del proyecto para el que he venido) es un tipo muy majete y por ahora hay muy buena sitonía. Por cierto, por aquí el nombre más común es Mohamed, mientras que en Egipto es Ahmed. En un mail de un proyecto que llevamos el año pasado con Egipto, de 8 que estaban en copia ¡5 o 6 se llamaban Ahmed!

Del curro no voy a hablar porque no es éste el sitio. Simplemente decir que ha empezado fuertecito, estamos arrancando y hay muchas cosas que atar.

En esta ciudad (el resto del país no lo conozco y probablemente no llegue a conocerlo) se encuentra uno una curiosa mezcla: la mayoría de la gente es de raza negra, pero son de cultura (e idioma) árabe y de religión musulmana. Había estado en países del África negra y en países de Oriente Medio, por eso me resulta curiosa esta mezcla, esta 'transición' entre dos mundos que ya conocía (un poco).

A uno le sigue sorprendiendo, aunque lo haya experimentado bastantes veces ya en otros lugares, cruzarse con alguien completamente desconocido y que le salude y le dedique una sonrisa, sin pedir nada a cambio. A uno le sorprende porque no se estila en su ciudad. A uno le sorprende y le agrada, y contesta con otro saludo y su mejor sonrisa. Y uno anda cuatro pasos más con la sensación de haber recibido un regalo. En estas ocasiones siempre me vienen a la mente las palabras de mi profesor de filosofía de cou (bueno, el equivalente francés al cou de entonces) en burdeos, que decía que saludar a alguien equivalía a reconocerlo como ser humano. Y a mí me da que cada vez que uno se olvide o niega la naturaleza humana de otro, lo que está haciendo es olvidar o negar la propia. En fin, a uno le da por pensar, a veces demasiado.

Sigo bien. Mañana será otro día. Otro comienzo. Cada día debería ser un nuevo comienzo. Cada minuto en realidad. Cada segundo.

Hasta mañana.

lunes, 26 de mayo de 2008

Hola Khartoum, yo me llamo Loïc

No me apetecía cenar solo en el hotel. Cenar solo en un sitio público, la verdad, no es que me suela apetecer. Pero en el restaurante del hotel aun menos. Así que me he acercado al 'Afra Mall', en Africa Road (muy cerquita del aeropuerto) y he cenado allí, al menos estaba rodeado de algo de 'vida local', aunque probablemente sean de los locales más pudientes, una minoría vaya.

Sí, estoy en Khartoum, Sudán. Llegué ayer y en realidad casi no me ha dado tiempo a nada. Entre los trámites, el trabajo, que ha empezado fuertecillo y enviar algún que otro mail para que sepan que estoy bien, aquí estoy, escribiendo esto y a punto de acostarme.

Llegar en el avión y pensar que voy a estar por aquí tres meses me ha dado una sensación extraña, un pelín de agobio en realidad. No porque crea que voy a estar a disgusto aquí, en el muy poco tiempo que llevo tengo la sensación de que voy a estar bastante bien (me puedo equivocar, claro, ya veremos). Sino por saber que a mucha de la gente a la que quiero no la podré ver y que no tendré acceso a 'mi entorno' más que por mail. El viernes, preparando la maleta, me acordé de la canción 'Starlight' de Muse, y ese comienzo:

'Far away, this ship is taking me far away
From the people who care if I live or die'

A mí me parece una definición muy bonita y muy acertada. 'Las personas a las que les importa si vivo o muero'.

En cualquier caso, me doy cuenta de que esto es cómo el vértigo: si uno mira hacia abajo, en este caso hacia todo lo que queda por delante, le entra una angustia grande. Si, en cambio te vas fijando en el movimiento mismo, en cada día, en cada cosa a su momento, cuando te das cuenta ya estás pisando el suelo. Y además disfrutas de la experiencia. Así que, más que nunca, a vivir el presente. Y el futuro ya vendrá y traerá lo que tenga que traer.

Entre nosotros, aunque es cierto que estoy lejos del hogar, en parte, y así me siento, no estoy más lejos de lo que estaba hace tres días.

Pero a Ariza le toca ejercer la paciencia, en Madrid o en Khartoum. Hay cosas por las que vale la pena esperar, incluso aunque nunca llegaran.

Buenas noches.